viernes, 27 de julio de 2012

El Policia Federal...

No sé exactamente qué es lo que siento en este momento, hace un par de horas me encontraba instalando unas luces auxiliares a mi nave espacial, cuando de pronto se acercó a sugerir ayuda un elemento de la Policía Federal que hasta hoy, tienen varias unidades estacionadas a las afueras de mi estudio por situaciones ajenas a nuestra empresa. Todo comenzó normal, una plática de quien eres, de dónde vienes... de pronto todo se tornó extraño. Probablemente me percaté que el poli quería algo más que iluminarme con su linterna durante mi hazaña nocturna. Algo llamó mi atención en el, detuve la actividad y comencé a preguntar acerca de Él. Su edad, si era casado, donde había andado y si tenía hijos. (Cosas que uno pregunta a un desconocido y más aún un siendo policía) La plática paso de lo tenso y desconfiado a un interés intenso por parte mía a saber quién era el sujeto que estaba detrás de ese imponente uniforme y un arma de grueso calibre. Le invité un vaso con agua -¡Invíteme un café! – comentó, -Vamos a estar aquí toda la noche, accedí. Lo invite a pasar a la oficina y la conversación casual siguió. -¿Cuantos años tienen tus nenas? – Pregunté. Inmediatamente el oficial sacó de entre sus cosas un “tarjeterito” en el que me mostraba dos hermosas nenas. Respondió a mi pregunta y en seguida pude notar que algo no andaba bien. -¡Que padre!- Le comenté. –Ni tanto- respondió el oficial, hizo una breve pausa y continuó: -Imagínate que todos los días salgo de mi casa, tiene mucho tiempo que no las veo ni a ellas ni a mi esposa. Y tal vez uno de estos días no regrese-. Guardé unos segundos de silencio y no supe que responder… En ese momento se le quebró aún más la voz y vi como comenzaba a llorar. Le apreté el hombro y me platicó un sinfín de sentimientos que lo atravesaban, todo esto mientras lloraba con un sentimiento que nunca había visto en una persona. Me sentí fatal: Fatal porque me incluyo entre todos esos que más de una vez hemos hablado de los servidores públicos y en muchas ocasiones los hemos tratado y catalogado como asesinos. Platicamos y tuve una interesante entrevista de más de 2 horas. El resto me lo quedo yo… pero comparto con ustedes algo que compartió conmigo y es: “Somos seres humanos que tenemos que asesinar a otros seres humanos, sean buenos o malos, pero seres humanos al final de cuentas...” con eso me quedo. Ese elemento de la Policía Federal me hizo reflexionar y pensar muchas cosas y en cuanto a mí, me quedo con una imagen de amabilidad, de pureza, de fortaleza y valentía para este ser humano… Justo aprendí que no necesitas conocer a la gente y que la ayuda ofrecida fue más allá. El joven necesitaba alguien que lo escuchara, que lo abrazara y le dijera: ¡Estamos con ustedes! Quizá la estrategia de Calderón no es la mejor, pero sabemos que ustedes son parte de nosotros; La tropa. Y nada más. Gracias por leerme.

martes, 22 de mayo de 2012

No quiero, Quiero y Debo...

Tenía mucho tiempo que no me sentía así, como me he sentido hoy. Quizá a veces es bueno de vez en cuando tocar fondo para darme cuenta de que no todo está tan mal como a veces creo y aunque podrán ser cosas insignificantes para las personas para mí son cosas que queman, que me lastiman y que pesan… y que solo son mías. Nunca se me ha dado al cien por ciento la situación de la ecuanimidad, no sé lo que quiero a veces con mi vida, no se a quien quiero, no sé lo que tengo o lo que me falta. No estoy seguro de saber quién soy, hacia donde voy, lo que hago o dejo de hacer, pero si estoy muy seguro de que no es lo que quiero en mi vida. ¿Y qué es eso que no quiero? Pues muy sencillo, no quiero un mundo fácil con todo puesto sobre la mesa, porque esas cosas no se valoran, lo que rápido llega, rápido se va. ¡ESTOY TOCANDO FONDO! Y esta vez espero que sea para bien; Cosas que no quiero: No quiero estar peleando en el mundo con la gente, no quiero tener más deudas históricas o deudas impagadas de emociones o traiciones. No quiero una relación pasajera o con alguien que no suspira o a quien no se le rompen los ojos cuando me ve, no quiero pasar la vida de largo, no quiero que los seres humanos que me rodean sufran y no quiero ser parte de lo que lo hace sufrir, no quiero una vida llena de dolor o lamentaciones, no quiero una vida llena de vicios como el alcohol o el cigarro, no quiero una vida de cáncer. No quiero salir con nadie mal, no quiero lastimar a nadie pero tampoco quiero ser lastimado. No quiero que todo lo que he construido se derrumbe, no quiero, no quiero… Todo lo contrario, quiero formar un futuro y un patrimonio de la mano de Orlando, Carolina, África, Victor y Edmundo. Que nuestro trabajo se llene de armonía y resultados, de buenos resultados. Quiero un futuro y luchar por Erik Josué, sin importar que diga mi familia o amigos, sin importar lo difícil que sea ser aceptado por la sociedad, sin importar las cosas quiero recuperarlo y despertar a su lado, quiero enamorarme y enamorarlo terrible. Quiero cerrar los ciclos que hasta ahora me han cegado, que me han llenado de dudas y quiero empezar a ver la luz del sol de nuevo, con la frente en alto. Quiero agradecerle a los anteriores pero también agradecerle a Lalo, Daniela, Liliana, Arturo, Alfredo, Esau, entrañables amigos, que han estado ahí cuando más lo he necesitado y cuando siento que ya no doy para más. Quiero reincorporar mi vida en un estado mentalmente y físicamente saludable, quiero recuperar mi espiritualidad, que las acciones y esa afrenta grosera de mucha gente se vayan y deje de arder. Quiero triunfar y ponerme de pie. Quiero recuperar a otros tantos amigos como Magy, Asahel, Mario, Guillermo, Pepe, Martha. Quiero visitar a Arturo, David y Adrian. Quiero ir a beber pulque y arreglar el mundo con Jazmín. Quiero agradecerles a los que me han enseñado a reforzar lo que no quiero, porque lejos de sembrar más dudas me han enseñado a llorar y cuando uno llora lo saca y respira con más claridad. Quiero pedirle perdón a la gente he lastimado, a los que les he mentido con mí mascara de carnaval en la que se lee: Todo pasará. Perdonar a mi familia, PERDONAR. Quiero gritarle a los cuatro vientos lo que soy, lo que quiero ser y lo que seré en mi vida. Quiero compartir mis triunfos con ustedes, que se sientan orgullosos de mí, de lo que soy y no de lo que tengo. Debo aprender a decir que no, a hablar con claridad y decir cuando algo no me gusta o no lo quiero. Debo aprender a decir por favor, gracias, perdóname y ¿Cómo lo solucionamos? Debo seguir adelante y establecerme horarios para compartir y vivir. Debo sonreír a la vida y dejar de quejarme para ponerme a trabajar, a actuar y ejecutar. Debo perseguir mis sueños y consolidar mi proyecto con la Sierra Alta de Guerrero aunque tenga que viajar solo y ayudar solo. Debo aprender en qué momento hacerme a un lado. Debo dejar de ingerir medicamentos que me hagan sentir mejor, debo vivir. No quiero, debo y quiero muchas cosas más… Desde hoy me he decretado ser feliz. Mucha gente ha llegado a mi vida y solo yo decido quien se va, quien se queda y quien regresará. Por quien lucharé y en quien dejaré de desperdiciar mi tiempo. Hoy decreto grandes cambios en mi vida. ¿Me acompañas? Y nada más…